28 sept 2019

Deber hacer


Tengo que aprender a alejarme
aunque no quiera hacerlo.
Aprender a no ilusionarme
aunque me aseguren que no hay riesgo.
Tengo que aprender a decir que no,
a negar encuentros
a ocultar lo que siento
a reprimir las ganas
a mentirle al corazón.
Tengo que aprender a hacer lo que nunca antes había hecho
Tengo que alejarme queriendo quedarme un rato más.
Tengo que aprender a retirarme a tiempo 
aprender a soltar
cuando ya me liberaron al viento. 
Estoy cansada de aprender lo que me hace mal.
Quiero dejar de correr riesgo 
y volverme a animar a vivir lo que siento….
Pero sola no puedo.

18 sept 2019

Escribir(te)

Escribir es la única forma que encuentro
para encontrarme.
Y me choco con la necesidad de animarme,
pero no como lo hice hasta ahora
porque ya no aguanto frustrarme.
Me choco con la necesidad de seguir adelante,
quizás soltarte
y así lograr alejarme.
Pero también me encuentro con la tristeza
porque no quiero hacerlo,
o el reproche de haberme permitido quererte
después de tanto esfuerzo,
después de tener tan alto modelo.
Y ahora debo enfrentarme con volver a sentirme vacía
porque tus respuestas son frías,
porque no estar no te moviliza,
porque verme no te motiva.
Entonces escribo
y espero que cese el ruido que provoca tanto silencio,
y estas ganas de llorar que me nacen en el pecho.

Escribo. Te escribo.

Y pienso:
Por qué nunca soy capaz de retirarme a tiempo.

1 abr 2019

¿Qué verdad?

Y será que no me queda otra que entender
que es así
y que me tendré que quedar con la duda,
con esta dolorosa y molesta duda de no saber
si al que amé fue a tu verdadero “yo” 
o a una versión que inventaste para adaptarlo a mis deseos
y ganar el juego.
Supongo que la respuesta es obvia
¿Cuánto tiempo se podía sostener una mentira?
Aunque
¿Quién dice qué es real, cuál es la verdad y cual no?
Si empeño mis ganas por creerte
te creo 
y sigo haciendo con vos el amor,
sea lo que eso signifique
para nosotros dos.

23 feb 2019

A veces me pregunto

Y aunque con tristeza me invadan
la decepción y el desencanto,
a veces me pregunto
si en algún rato desprevenido
vuelve mi recuerdo a tu corazón
y te ganan las ganas de saber de mí.
Si en realidad no fue todo mentira
y deseas volverme a hablar, acariciar,
morderme o besarme la nariz
mientras duermo.
Si leer esa hoja de cuaderno
le gana a tu orgullo
y te peleas con tu desamor.
Si en tu lista de prioridades
me volves a considerar.
Si te acordás lo que me decías que querías
cuando hablabas de “inmensidad”
Si tenes un poco de sensibilidad,
asumís tu responsabilidad
y algún día dejas de esperar a que yo te busque
y  no pensas ni actuas tus respuestas.
Si no te duele mi voz de súplica y mi necesidad
que ignoras.
Ojalá suceda, aparezcas,
te hagas cargo de tu decisión de soltar mi mano
mirándome a los ojos
o haciéndome el amor
por qué no?
Ojalá ya no me sienta una tonta
y pueda dejar de darle a los otros la razón.


11 feb 2019

Cuando pienso en vos sólo me viene a la cabeza una palabra: GRACIAS

Gracias por cruzarte en mi camino y cumplir tus promesas desde el principio.
Gracias porque nunca te ganó el orgullo ni el enojo, y siempre fue más  fuerte tu amor.
Gracias por saber pedir perdón y, a la vez, ser tan comprensivo.
Gracias por tenerme en cuenta en todo y querer compartirme hasta los detalles más banales de lo cotidiano.
Gracias por las canciones inventadas y los bailes a solas (no sabes lo que los extraño).
Gracias por tu ternura, esa mirada dulce y la sinceridad que te caracterizan.
Gracias por haberme mostrado que un amor sano y relajado es posible.
Gracias por haber sido un gran compañero, por animarte a experimentar conmigo y crecer juntos.
Gracias por esa última charla, porque a pesar de nuestra tristeza tuviste la capacidad de seguir abriendo tu corazón conmigo.
Gracias porque vos para mí siempre vas a ser todo eso... lo mejor del amor.